Cuando me puse a pensar sobre las
ventajas de la tecnología móvil hacia el ámbito de fisioterapia me quedé un
poco en blanco a la par que se me ocurrieron mil ideas. Como usuaria habitual y
apasionada de los smartphones decidí indagar un poco más sobre el asunto y no
he podido maravillarme más de lo ingeniosa que es la gente.
He encontrado mil aplicaciones
relacionadas con la salud, y muchas de ellas orientadas solo a fisioterapia:
desde aplicaciones para calcular tu IMC hasta un trivial de anatomía para que
memorices los músculos en forma de juego, pasando por convertir tu móvil en un
goniómetro o un lector de radiografías para los Phablets y Notes. Hay hasta aplicaciones
que realizan un análisis postural del paciente y sus posibles síndromes
posturales con sólo dos fotos. De hecho
en algunas páginas ya hablan de “FisioterAPPia” como un paso más hacia la
fisioterapia 2.0, y hay moderadores de calidad de las aplicaciones de la
fisioterapia.
El colegio de fisioterapeutas
también tiene ya una aplicación propia para el móvil para una mejor
accesibilidad a todos sus contenidos, noticias e información que pueda
necesitar cualquier profesional.
Los fisioterapeutas podemos
aprovechar la tecnología a nuestro favor para muchos usos, como para recordar
datos técnicos: recordar algún dato concreto que se nos haya olvidado, repaso
anatómico, consulta de técnicas o ejercicios,… esto nos ayudaría en nuestra
prescripción. También puede ser muy útil para que nuestros pacientes visualicen
y tengan en su dispositivo los ejercicios diarios que deben realizar y que no
se les olvide ni el ejercicio ni su correcta ejecución. Con esto nos aseguramos
de que el paciente realice los ejercicios en su casa y además que lo realice
bien, que es muy importante.
Así mismo me parece un arma de
doble filo, ya que es una información que está disponible para cualquiera y que
no todos van a saber manejarla. Como las típicas aplicaciones de ejercicios o
estiramientos que cualquiera puede descargar y ponerse a hacerlos en su casa
cuando realmente no sabe si están o no recomendados en su situación por
posibles patologías o complicaciones.
Como conclusión, me fascinan las
posibilidades que este campo tiene para los profesionales y las facilidades que
puede aportarnos, la cercanía que nos permite tener con otros profesionales y
con la información a la que nos da acceso. Sin embargo, creo que para que esto
sea totalmente fiable tiene que haber controles de calidad y un ranking de
aplicaciones sanitarias para saber que estamos usando aplicaciones eficaces y
con un estudio previo fiable. Aparte de informar bien a los usuarios, ya que no
todas las aplicaciones son para todos los públicos y hay que tener una
formación previa para interpretarlas.